
Solaria ha incrementado sus beneficios un 27% en 2020, desde los 23,8 millones obtenidos en 2019 hasta los 30,41 millones, gracias al incremento en la producción de energía. La compañía aumenta su ambición hasta 2030, con proyectos por un total de 18 GW, que implican multiplicar por 10 su actual potencia operativa o en proceso de construcción.
De acuerdo con la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa ha incrementado su facturación un 54%, hasta los 53,2 millones, ha conseguido un resultado bruto operativo (ebitda) de 49 millones -representa una subida del 56%- y un beneficio antes de impuestos de 20,4 millones, con un salto del 250%.
El 72% de las ventas se produjeron en España, alcanzando los 38,5 millones, con un crecimiento del 73%; a continuación se situó Italia, con 8,2 millones -prácticamente igual- y Latinoamérica, con cuatro millones y un crecimiento del 50%. La firma cerró el ejercicio con 1.828 MW plenamente operativos (1.030 MW) y en construcción (795 MW); la producción de energía se disparó un 341%, hasta los 506,7 GWh.
La empresa señala una mejora de las condiciones de financiación en sus últimas emisiones, de modo que la relación entre el gasto financiero/ventas ha mejorado desde el 24% de 2019 al 19% de cierre de 2020. La deuda financiera neta asciende a 424 millones, un 20% por encima de los 353 millones a 31 de diciembre de 2019, básicamente por la construcción de nuevos parques solares.
El efectivo y otros activos líquidos equivalentes se han reducido un 31%, hasta los 81 millones, por el saldado de deudas y la amortización de pagarés.
Visión hasta el año 2030
La firma dirigida por la familia Díaz-Tejeiro también ha remitido a la CNMV una actualización de sus planes para los próximos años, que abarca hasta el final de la década, momento en el que espera alcanzar los 18 GW instalados.
La Península Ibérica seguirá siendo su primer mercado, con 11 GW (10 GW en España y 1 GW en Portugal), mientras que en Italia, uno de los países donde tiene presencia, espera construir otros 3 GW. Los restantes 4 GW se repartirán por el resto del continente.
Con vistas a los próximos e inmediatos años, ha anunciado un mayor crecimiento orgánico de su negocio en la Península: confirma su anterior previsión de 6,2 GW con vistas a 2025. Para 2021 tiene como objetivo duplicar su potencia instalada actual y alcanzar los 2.150 MW, gracias a nuevos proyectos en Navarra, Cataluña y otras regiones. Para 2022, la potencia debería llegar a los 3.150 MW.
Este 2021 prevé reducir sus inversiones un 18%, hasta los 320.000 euros, gracias a la reducción de sus costes de inversión en nuevos proyectos fotovoltaicos, que se situarán en 320.000 euros por MW al final de 2021, con una rentabilidad (IRR) superior al 12%. Para 2022 y 2023 la reducción de la inversión será del 9% anual.
Tiene planes para instalar baterías en dos grandes proyectos, en Burgos (595 MW) y Madrid (783 MW).